Los universitarios de Venezuela rechazan la reforma constitucional.
El levantamiento social que podría propinarle a Hugo Chávez su primera gran derrota desde que asumió el mando de la República de Venezuela, llegó de donde menos la gente esperaba.
No fueron ni los partidos tradicionales, ni los oligarcas, como él mismo los llama. La contrarrevolución bolivariana nació en las aulas de las universidades públicas y privadas de todo el país.
Y uno de esos precursores del levantamiento por los derechos democráticos de los venezolanos es Félix Ochoa, dirigente estudiantil del Movimiento Primero Justicia, de la Universidad Central de Venezuela, quien en diálogo con El País recordó que las luchas del estudiantado no se iniciaron con la oposición a la reforma constitucional.
"Hace dos años realizamos un acto masivo en el que representamos las más de 70.000 muertes ocurridas en Venezuela en los últimos nueve años".
Desde entonces, los movimientos estudiantiles permanecieron en calma hasta que se ordenó el cierre de Radio Caracas Televisión, Rctv, y emergieron con mayor fuerza hace dos meses, cuando fue dado a conocer el texto de la reforma.
"Analizando diferentes artículos nos dimos cuenta que estaban siendo violentados los derechos de todos los venezolanos", asegura el líder estudiantil.
Las cosas no han sido nada fáciles, desde el primer día de actividades han sido perseguidos y maltratados por los organismos de seguridad del Estado. Pero la mejor recompensa ha sido el apoyo masivo que recibieron el pasado jueves en la Avenida Bolívar, durante el cierre de la campaña del No.
"Chávez pensó que como siempre la oposición se iba a retirar, pero aquí estamos los estudiantes para decirle que Venezuela ha reaccionado", dijo la estudiante Viviana Duque, del Movimiento Primero Justicia.
Líos con la Policía
Los estudiantes vieron morir a Flavia Araújo y son innumerables los alumnos de las universidades que han resultado heridos en los choques con la Fuerza Pública.
El miércoles estudiantes de la Universidad Andrés Bello fueron retenidos presuntamente por la Fuerza Pública.
El dato clave
Las agrupaciones estudiantiles creen que el poder a punta de garrote será nada ante el triunfo que proclaman mañana en las urnas.
Análisis
Los costos de abrir la puerta
Gustavo Morales, Politólogo y docente.
La mediación humanitaria de Chávez tuvo como telón de fondo ampliar la influencia de su proyecto bolivariano.
La llamada a consulta del embajador venezolano Pável Rondón evidencia que en el caso del intercambio de secuestrados por guerrilleros detenidos en las cárceles del país, hasta los mediadores piensan en términos estratégicos.
Obviamente, también lo hacen el gobierno Uribe y las Farc que son las partes directamente involucradas en el conflicto.
La mediación humanitaria de Chávez tuvo como telón de fondo ampliar la influencia de su proyecto Bolivariano en la región y lograr un mayor intervencionismo en asuntos internos de Colombia. Lo llamativo es que fue el propio Uribe quien lo invitó a hacerlo. En este sentido, el líder venezolano privilegió la figura del canje sobre la del acuerdo. El canje implica un intercambio entre iguales, y dentro de una guerra, un intercambio de combatientes con el mismo valor de lado y lado. El acuerdo, por el contrario, plantea que por razones humanitarias se intercambien guerrilleros presos, quienes han cometido crímenes, por soldados retenidos y civiles secuestrados, quienes no han transgredido la ley.
El canje chavista proponía una equiparación política, legal y moral de los bandos enfrentados y en el corto plazo un reconocimiento tácito del estatus de beligerancia para las Farc. No es gratuito que Chávez haya recibido a Iván Márquez en el Palacio de Miraflores. El Presidente del vecino país jamás ha escondido su simpatía por este grupo guerrillero, pues lo considera depositario de un mensaje revolucionario compatible con su proyecto bolivariano. Tampoco ha ocultado su animadversión por los gobiernos colombianos a los que tilda pronorteamericanos. A través de la interlocución internacional lograda con la mediación del líder venezolano - la cual apeló a los países vecinos, a Francia y la Unión Europea- se buscó romper el aislamiento de una organización catalogada como terrorista y reencaucharla políticamente, paralelo al afianzamiento de Chávez como figura regional.
Ante la ineptitud propia de poner fin a la barbarie de esta guerra de más de 40 años, los colombianos estamos dispuestos a comprar soluciones que vengan de afuera. No obstante conviene recordar que la intervención de terceros rara vez es neutral y exenta de intereses propios. No lo es ni la participación de Venezuela, mucho menos de la de EE.UU, o Francia. La participación de terceros puede crear puentes entre las partes y generar propuestas para mitigar el conflicto y buscar la paz , pero también puede escalar la guerra y prolongarla. Es indudable la conveniencia del acompañamiento internacional para un proceso de reconciliación nacional, pero toda ayuda tiene sus costos y hay que sopesarlos antes de abrir la puerta.
http://www.elpais.com.co/paisonline/notas/Diciembre012007/int03.html
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